Los nuevos programas educativos de la Generalitat, quedan muy lejos de satisfacer las necesidades de la comunidad educativa

Joaquín Andréu, dinamizador territorial de análisis político de UPyD,  en el área de educación, ha lamentado que “a pesar de las mejoras que ofrecen los nuevos programas educativos en nuestra comunidad, están muy lejos de ofrecer la igualdad de oportunidades y de la libertad de los padres en la elección de la lengua en la que estudiarán sus hijos, y de los profesores en la elección de cátedra”.

Los nuevos planes, afirma Andréu “alejan aún más las pretensiones de quienes quieren estudiar en español y los que eligen hacerlo en valenciano, aumentando las horas en valenciano desde un 8 a un 28%, (pasan del 36 al 56%) en las líneas bilingües (PIP /PIL), obligando en las líneas monolingües  de valenciano a no impartir el inglés y/o el castellano en valenciano y añadiendo la asignatura de matemáticas en castellano. Sólo se libran de esta nueva imposición el 17% de los alumnos que residen en las zonas castellano parlantes (la mitad de la comunidad), a los que se impone, si se desea aumentar la posibilidad de asignaturas en inglés, cosa imposible actualmente por falta de dinero y profesores”.

Para el portavoz de UPyD, “asegurar un 6% en inglés es una burla, para justificar el incremento de una u otra lengua cooficial, pero por lo menos ya se nombra la lengua materna del alumno y no la mal llamada ‘propia’, de sólo la mitad de la comunidad. Además, por fin se respeta el derecho que tienen los residentes temporales y los residentes en la mitad de la comunidad no valenciano parlante, a no recibir formación en valenciano. Independientemente de la lengua en la que se imparta la asignatura, el alumno podrá contestar en cualquiera de las lenguas cooficiales, aunque sin aclarar si este derecho es también para las asignaturas o módulos de lenguas extranjeras”.

Para Andréu, esta medida “no asegura la calidad de la enseñanza, pues no lo hace con ningún nivel de ninguna de las lenguas; no promueve lo público, pues los ciudadanos sólo  podrán elegir en la educación privada religiosa con acuerdos estatales (que llegan a tener el 80% en inglés); no soluciona el problema de los guetos; aumenta aún más la diferencia de presupuesto por alumno entre zonas castellano parlantes y valenciano parlantes, además de no ofrecer la enseñanza en inglés en la mitad de la comunidad”

Para Unión Progreso y Democracia, “aumentar el gasto en educación, ofrecer la libertad de elección real, fomentar lo público y la formación profesional, aumentar la calidad de la enseñanza, asegurar un nivel concreto de inglés, deberían ser los objetivos prioritarios, y no crear conflictos nuevos, que no dejan de ser una cortina de humo de la precariedad de la educación valenciana en cuanto a dinero, medios, profesores, resultados, fracaso escolar y abandono temprano”.

Para UPyD “devolver las competencias de educación al Estado, minimizarían las diferencias entre comunidades, la libertad de elección lingüística aumentaría la necesaria movilidad actual de docentes y alumnos, y reducir el abandono temprano, hará disminuir el paro estructural en pocos años”.