martes, 21 de junio de 2011

IGUALDAD: por fin nos acercamos a ella

La ONU aprobó el viernes 17, el respeto a la igualdad de los seres humanos “sin ninguna distinción”, algo que casi todos los países tienen en sus constituciones, y no cumplen.

Al texto "todos los seres humanos nacen libres e iguales en lo que concierne a su dignidad y sus derechos y que cada uno puede beneficiarse del conjunto de derechos y libertades [...] sin ninguna distinción" le han añadido un asterisco, que es la aclaración de esa “ninguna distinción”, pues habla de las prácticas y actos de violencia contra personas debido a su orientación sexual, de terminar con la violencia y las violaciones de los derechos humanos basadas en la identidad de género. Hasta ahora, esa igualdad sólo se garantizaba en temas como la raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento…

Aclaremos estas nuevas acepciones incluidas, en cuanto a la orientación sexual, antes sólo se aseguraban los derechos de las “personas que se enamoraban de personas del sexo contrario”, ahora se amplía a “las personas que se enamoran”, es decir, se amplían derechos para ese 30% aproximadamente de personas que no están protegidas, unos 2.000 millones de humanos (homosexuales, bisexuales, heterosexuales con tendencias homosexuales…) En cuanto a la identidad de género, antes sólo se intentaba proteger al hombre y a la mujer (pues a pesar de la ley, aún queda mucho por hacer en cuanto a concienciación), ahora se amplía a las personas que nacen con un género psicológico distinto al de sus órganos sexuales (los dos tipos de transexualidad) y a los intersexuales: los falsos hermafroditas en sus dos versiones (personas con ambos órganos sexuales, pero con sólo uno con capacidad reproductiva), más los otros cuatro tipos de géneros intermedios dependiendo de cómo son sus órganos sexuales visibles, los internos, su cintura o sus genes… uno de cada mil humanos, entre 7 y 8 millones de personas.

El caso es que en el mundo no sólo existían 7 países africanos y/o árabes dónde materializar el amor se pena con la muerte, sino que este año se ha añadido un octavo (Uganda), dónde la pena de muerte es por practicarlo, defenderlo o no denunciarlo; aunque quedan 72 dónde aún existe algún grado de persecución.


Con el sentido común han ganado los derechos de igualdad de un tercio de los humanos sobre los valores morales de una minoría que permiten matar a personas por como nacen o de quién se enamoran, independientemente de que lo consuman o no. 

Esta es la primera vez que Estados Unidos (donde es ilegal el sexo anal y oral en 22 estados), la Unión Europea (dónde tiene la mayoría el Partido Popular Cristiano) y la mayoría de Iberoamérica, se han unido a favor (23 estados), contra el voto negativo de 19 países africanos y/o árabes, mientras 3 se han abstenido.

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