domingo, 12 de julio de 2015

«Mamá no soy un niño» y otras cosas que los niños explican a los padres que olvidan que lo importante en esta vida es ser feliz

La gente nace libre e igual, son los tabúes, los prejuicios y el miedo a lo desconocido lo que crean desigualdades, intolerancia, injusticias y privan del derecho a ser feliz a algunas personas.

Las tribus de menos de 150 humanos que nunca han sido intoxicados por “el hombre blanco” y sus prejuicios religiosos, aceptan a todos sus miembros, los ven normal y no necesita crear etiquetas para solucionar los problemas que ellos no crean.

Nosotros, los animales occidentales, necesitamos etiquetar para poder solucionar esos problemas que nosotros mismos creamos.

¿Cómo explicar tópicos, roles, etiquetas… sin herir sensibilidades?, no se puede, por ello en este post pretendo conciliar las etiquetas políticas, médicas, léxicas, jurídicas y los sentimientos. Sé que no lo conseguiré, pues es algo casi imposible, pero me siento en el deber de dar a conocer otras realidades para ofrecer herramientas para la tolerancia; o al menos el de asegurar un debate inicial para blindar derechos y deberes.


La diversidad humana es casi tan grande como los 7 mil millones de humanos que existimos.

SEXO BIOLÓGICO

El cuerpo es un envoltorio, un caduco envoltorio, algo que a pesar de todo en esta sociedad crea enfermos por falta de autoestima, creados por la mala educación y la falta de civismo de quienes nos rodean. Víctimas de la sociedad son los anoréxicos, los bulímicos y vigorexicos.

El género es el sexo biológico que parece más fácil de explicar, pero es muy difícil. Si etiquetamos el sexo como algo sólo genital con uso reproductivo, es fácil etiquetar masculino como el que tiene un aparato reproductor con pene y esperma fértil, y femenino  como el que tiene vagina y óvulos funcionales, pero entonces, ¿qué sexo tiene el estéril?.

Por género, se complica a 7 grandes tipos, según genitales, otras partes del cuerpo, y clasificaciones cromosomáticas, gonadales, hormonales y cerebrales. Nos salen así los términos hombre, mujer y 5 tipos de intersexuales que son el 1% de la población (1,7% en otros estudios y según algunas teorías que ahora explicaremos el 100%, 0,018% de ellos con genitales "ambiguos"). Dentro de los intersexuales se especifican los merms (varones con rasgos femeninos), ferms (hembras con algunos rasgos masculinos) y herms (dos tipos de psedohermafroditas, con ambos aparatos genitales, pero máximo con sólo uno funcional; o lo más popular y políticamente correcto 5 subtipos de cogenitalia distinta). 

Las diferencias son subjetivas, pues al nacer es imposible etiquetar al bebé, de momento se ha consensuado una medida temporal que es: bebe hombre si su pene supera los 2,5 centímetros; mujer si su clítoris no supera el centímetro al nacer; y ambiguo si el clítoris o el pene están entre 1 y 2,5 centímetros. De adulto, si el pene supera los 6 centímetros, o el clítoris no llega a 6 centímetros. Esta clasificación es muy simplista y daña emocionalmente a muchas personas por ser arbitraria, sobre todo en casos de cogenitalia. Es por ello que existe una teoría que dice que todos somos intersexuales, pues no tenemos el 100% de los signos de género: genital, reproductivo, de zonas de vello, relación cadera cintura (0,7 par mujeres, más de 0,9 para hombre), volumen de mamas, altura (1,85 hombre, 1,60 mujer), musculatura, tono de voz, ancho de muslos, grasa en cadera, grasa facial, olor, sensación térmica, diferencia cerebral, colesterol, testosterona, prolactina...

Parece que los cerebros, independientemente del sexo y el género, en el 80% de las mujeres y el 20% de los hombres tienen un volumen distinto a resto, con zonas distintas, con conexiones distintas... que influyen en cosas como la orientación espacial, el hacer varias cosas a la vez, la creatividad, la empatía...  

Cromosomáticamente, el hombre es XY, la mujer XX y los intesexuales son XO, XXY, XYY, XXYY, XXXY, XY/XO, XX/XO, XX/XY, etc. ¡Una docena de géneros de momento!.

IDENTIDAD DE GÉNERO

La identidad de género es el cómo se siente uno. De aquí aparece el concepto de transgénero, de sentirse de un género en el cuerpo de otro, de “ser mujer en el cuerpo de un hombre”, o un “hombre en el cuerpo de una mujer”. Esto es muy fácil de entender en el contexto de los cerrados y arbitrarios términos científicos en los que los médicos encasillan a los sexos, en especial a los intersexuales, o a las personas con varios aparatos reproductores. El problema es que la gente sí ve proporciones de cintura y cadera, volumen de pechos, pero no ven el cerebro. Muchos intesexuales están cómodos con su ambigüedad, con su androginia, o están cómodos con nuevas etiquetas como genderqueer o incluso afirman no tener género ("agénero").

EXPRESIÓN

La expresión de género es conocida por el cómo actúo (los roles educacionales, tradiciones caducas), cómo gesticulo y cosas basadas en inútiles tópicos o códigos de vestimenta,… Por actos, el butch se considera a una persona masculina (agresiva, competitiva, que se pone trajes, que coge del armario lo primero que pilla aunque no combine, que conduce, con orientación espacial…), femme es una persona femenina (gesticuladora, social, cariñosa, empática, creativa, que usa falda y lencería sexy, que combina las prendas, que usa maquillaje, tacones, que enseña más piel cuanto más felizmente contraída matrimonio esté…); andrógino es la persona que no lleva ropa ajustada para no poder intuir sus genitales, que lleva ropa ancha para ocultar sus mamas, que oculta su nuez, que entre gestos y ropa es muy difícil saber su sexo y género, que es ambiguo, que no quiere jugar a los roles y tópicos, sino a hacer apología de la diversidad; metrosexual es el hombre que se cuida, combina la ropa, parece ir recién afeitado, va de forma responsable al gimnasio, es cariñoso…; hipermasculino es ese hombre que ensalza el vello corporal, la grasa abdominal, la dominación,... Etiquetas inútiles pues cada día veo a más hombres mear sentados y a más mujeres mear de pie; a más hombres cerrar el champú y a menos mujeres hacerlo; a más informáticas y a más enfermeros.

Los gestos diferencian a los hombres amanerados (y más despectivamente llamados afeminados, sarasas o “delicados”) del resto, como si la velocidad lenta de gestos, la sensualidad o el parecer bailar al hablar o volar al andar pudiese molestar a alguien cuerdo.  

En cuanto a roles de vestimenta o dress-code, se llama travestidos a las personas que les gusta usar las prendas que en su localidad son tradicionales del otro género. Transformistas son los artistas que usan de uniforme de trabajo la ropa que se atribuye al género contrario, y Drag-queen a los hombres que usan ropas subrealistas que tienen a exageraciones de la ropa femenina como corpiños o plataformas.

ATRACCIÓN

Si creía que las combinaciones casi infinitas que hemos agrupado en etiquetas ya son muchas, espere a añadir la orientación sexual. Diferencio aquí entre opción sexual que se supone que son, dentro de tus potenciales atracciones, tus preferencias o tus elecciones (que en teoría no están relacionadas con el sexo, aunque se materialicen en ello) y orientación sexual, que es la atracción física y emocional, el enamoramiento químico, el amor romántico, tus opciones reales, las materialices o no. La orientación sexual no es con quién practicas sexo por dinero, en guerra, en la cárcel, en una isla desierta o en tu época adolescente de investigación, es, practiques sexo o no, de forma regular, con relación al o a los géneros de los que podrías enamorarte, pues te atraen.

Empezamos con si te atrae algún género o no, pues si no te atrae nadie, ni siquiera tú mismo, eres un asexual, y si te atrae alguien, aunque seas tú mismo eres sexual. No se debe confundir la asexualidad con la abstinencia (elegir no tener sexo nunca, jamás, con nadie, ni con uno mismo) o el celibato (que por motivos religiosos uno acorte su vida con la abstinencia para concentrarse en adoctriar a alguien o a uno mismo en lo religioso). Es decir, la asexualidad no es una opción, es una orientación. 

Si es cierto que algunos van más allá y hablan de que la asexualidad es poder tener atracción sentimental, pero no atracción física, por lo que diferencian entre heteroasexual, homoasexual y bisasexual.

Cuando se es sexual, o cuando el enamoramiento puede terminar en sexo se clasifican en: heterosexual si sólo te atraen las personas del género contrario; homosexual si sólo te atraen las personas de tu mismo género; bisexual si te atraen las personas de ambos géneros y pansexual si te atraen todas las personas (incluidas las transgénero, intersexuales...).



Si sólo te atraes tú y practicas el onanismo (masturbación) se llama narcicista u onanista.

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