domingo, 12 de julio de 2015

Política transgénero

La administración intenta adaptarse para asegurar derechos de transgéneros e intersexuales con soluciones como añadir un tercer sexo administrativo y legislativo, cuando la solución podría pasar más por obviar el género; cosa que parece no cuajar por los tabúes de usar servicios unisex o no defender derechos reproductivos femeninos.

Una de las reivindicaciones políticas de los transgéneros es una utopía legislativa difícil de solucionar, pues piden a la vez derechos médicos para aumentar su calidad de vida y longevidad, usando servicios públicos de cirugía, medicina, psicología… pero sin querer tener un código médico para regular esos derechos, establecer protocolos…

No, ser transgénero no es una enfermedad, pero pocos son los intersexuales que viven su diversidad de forma sana en esta sociedad occidental con base judeocristiana pues la mayoría de ocasiones conlleva un aumento de problemas de ansiedad, depresión, agresiones, suicidio… que deben regularse.

Sin un código médico no se puede tener derecho a cirugía, pues en la mayoría de comunidades autónomas la cirugía estética no está incluida en las prestaciones, sólo la reconstrucción de partes tras cirugía invasiva o extirpadora, como en el caso de canceres.

Para entrar en una cartera de servicios de reasignación de género o para extirpar uno de los varios órganos reproductores se debe codificar medicamente una o varias de estas circunstancias.

Se debe ser realista, no se corrige el tener dos vaginas por no ser problemático, pero sí labios partidos por posibles infecciones, o reconstrucción de quemaduras para evitar males mayores, o proporciones de parte de la cara por motivos psicológicos en esta sociedad tan individualista y con baja tolerancia a la diversidad.

Yo soy partidario de educar a la sociedad, pero eso son décadas, años que muchos no pueden esperar.

Y además, las personas transgénero son menos de 1 por cada 1.000, con problemas de visibilidad, sin participación en listas de los partidos políticos... por lo que las leyes transgénero no las regulan personas transgénero, sino personas que desconocen las problemáticas reales.

Un político no puede hacerse trangénero, eso se nace, pero un transgénero sí puede (y debe) hacerse partidista, pues políticos ya somos todos. Falta (al menos) un transgénero en cada partido político.

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