Estimados ministros, diputados, alcaldes y concejales, llevo años dedicándome a la formación privada, a escribir libros de ciencias, pero no puedo evitar darles una clase gratuita de lengua, al estilo Barrio Sésamo, pues parece que no saben la diferencia entre recortes y austeridad.
Los “mandatarios” regionales anunciaron que no iban a recortar en educación, ni sanidad, y sin embargo: se jubilan cientos de profesores y sacan a oposición unas decenas de puestos; bajan los sueldos de los profesores; anuncian que no construirán los colegios e institutos que no se han construido en “vacas gordas” y ahora no queda dinero para eso; aumentan las ratios de alumnos en primaria y secundaria; quitan desdobles, clases de apoyo, clases de español para extranjeros…; señores mandatarios, eso son recortes, porque son cosas necesarias, con costes relativos.
Los almuerzos de diputados provinciales a 8.000 euros, no son necesarios y son alardes innecesarios; los coches oficiales de 110.000 euros para un alcalde pueden compartirse para varios y buscar un coche más asequible; los canales autonómicos, la Ciudad de la Luz, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el circuito de Valencia, … son alardes que no podemos mantener económicamente; el síndico de agravios, las diputaciones,… son órganos redundantes, consultivos, muy caros. Deshacerse de estos gastos, es austeridad.
Quitar los 426 euros a los desempleados sin hijos, son recortes; mantener esos sueldos por reciclarse en una nueva profesión es austeridad; no dejar votar en referéndum la reforma de Constitución son recortes de democracia, poner una tercera urna el 20N es austeridad; cerrar centros de salud o quitar ambulancias son recortes, compartir los móviles y fijos o usar telefonía por internet es austeridad; bajar el sueldo sólo a la oposición son recortes, bajar el sueldo a todos los políticos (y limitar su cuantía) y quitarles los privilegios es austeridad.